El blues, ese género musical que nació de las almas de los afroamericanos en el sur de Estados Unidos, ha sido la base y la inspiración para muchos géneros musicales que conocemos hoy en día. Desde sus inicios, la guitarra ha sido un instrumento esencial en la interpretación del blues, y a lo largo de los años, ha evolucionado junto con el género. Desde las sencillas cigar box guitars hasta las sofisticadas guitarras eléctricas, la relación entre el blues y la guitarra es inseparable.
Robert Johnson y las raíces del Delta Blues
La historia del blues no puede comenzar sin mencionar a Robert Johnson, uno de los músicos más influyentes del Delta Blues. Aunque su vida estuvo rodeada de misterio y leyendas, lo que es indiscutible es su habilidad para tocar la guitarra. En una época donde la electricidad no había llegado a muchos lugares del sur, Johnson tocaba guitarras acústicas, muchas de las cuales eran sencillas y hechas a mano. Una de las guitarras más populares de esa época era la cigar box guitar, una guitarra hecha a partir de una caja de puros. Estas guitarras eran baratas y fáciles de fabricar, lo que las hacía accesibles para los músicos de blues que no tenían muchos recursos.
La técnica de Johnson, su slide y su afinación abierta, se convirtieron en la base para muchos guitarristas de blues que vinieron después de él. Su influencia se puede escuchar en músicos como Muddy Waters, Elmore James y muchos otros.
La evolución del blues y la guitarra eléctrica
A medida que el blues se mudó de las zonas rurales del sur a las ciudades del norte, como Chicago, el sonido también comenzó a cambiar. Los clubes y bares estaban llenos de gente, y para ser escuchados en estos lugares ruidosos, los músicos necesitaban amplificar su sonido. Aquí es donde entra en juego la guitarra eléctrica.
Muddy Waters, uno de los pioneros del Chicago Blues, fue uno de los primeros en adoptar la guitarra eléctrica. Su sonido crudo y amplificado se convirtió en la marca del blues eléctrico. Estos nuevos sonidos, más fuertes y distorsionados, dieron al blues una nueva dimensión y atrajeron a una audiencia más amplia.
B.B. King y su Lucille
No se puede hablar de guitarras icónicas del blues sin mencionar a B.B. King y su amada Lucille. B.B. King, considerado por muchos como el «Rey del Blues», llevó el género a nuevas alturas con su estilo único de tocar la guitarra. A diferencia de otros guitarristas de blues que usaban el slide, King desarrolló un estilo de vibrato muy distintivo que se convirtió en su firma.
La historia detrás de Lucille es tan fascinante como la música de King. En 1949, durante un concierto en un club en Arkansas, dos hombres comenzaron a pelear y derribaron un calentador de queroseno, incendiando el lugar. King corrió fuera del edificio pero luego regresó para salvar su guitarra. Más tarde, se enteró de que los hombres estaban peleando por una mujer llamada Lucille. Como recordatorio de nunca volver a hacer algo tan imprudente como entrar en un edificio en llamas, llamó a su guitarra «Lucille».
A lo largo de los años, Lucille evolucionó. Aunque originalmente era una guitarra acústica, King finalmente adoptó el modelo Gibson ES-355, que se convirtió en la Lucille que muchos conocen y aman.
Conclusión
Desde las humildes cigar box guitars hasta las elegantes Gibson ES-355, la guitarra ha sido una compañera constante en la evolución del blues. A través de las manos de músicos legendarios como Robert Johnson, Muddy Waters y B.B. King, la guitarra no solo ha proporcionado la banda sonora del blues sino que también ha contado su historia. En cada rasgueo, en cada nota, se encuentra el alma y la pasión de un género que ha resistido la prueba del tiempo.